Biblioteca Popular José A. Guisasola



En este preciso momento en que damos comienzo a un nuevo cuento, vemos algo que nos produce una maravillosa sensación y nos llama muchísimo la atención.

Miramos bien y realmente nos sorprende que frente a nuestros propios ojos haya un gato que es todo, todo, pero todo… ¡rojo!


Le preguntamos cómo se llama. Se va. Parece que no quiere decirnos nada. Pero enseguida está de regreso. Viene con algo. ¿Qué será eso?

Da la impresión de que tiene una pizarra y también un trozo de tiza entre las garras.

Sí. Es eso exactamente lo que trae. Ahora se detiene. Está muy atento. Nada lo distrae.

Se pone a escribir. Las letras van formando palabras:

“Soy el único gato rojo del mundo. Soy rojo desde la punta de la cola hasta el pelo. Si quieren saber cómo me llamo, les digo que mi nombre es Carmelo”.

Estamos verdaderamente sorprendidos. Un gato rojo es algo que hasta ahora no habíamos conocido.
Nunca habíamos visto a uno que fuera de ese modo.

Pero. . . parece que eso no es todo.

¿A qué no saben lo que viene por el camino? ¡Nunca se lo van a imaginar, a menos que sean adivinos!

¡Ahora sí que la ven! Por favor, mírenla bien. Es la única que hay en toda la Tierra. Es completamente verde.
Y es una. . . perra. Tiene verdes las patas y las orejas, el hocico, los dientes y hasta las cejas.


Le decimos que queremos saber cómo se llama. Pero no sabemos si va a contestar. Tal vez no tenga ganas.

Trae un lápiz y un cuaderno, y nos mira con ojos tiernos.

Escribe: “Soy una perra verde, que siempre está contenta y por eso nunca muerde. Verdes son mis ojos, mi lengua y mi piel. Y mi nombre es Isabel”.

¡Esto es asombroso! Estamos conociendo animales maravillosos.

Y parece que hay más. ¡Miren! Llega alguien que no hemos visto jamás. Es un caballo muy joven. Mejor dicho, es un potrillo. Y es totalmente amarillo.


Es de un color realmente bello. Tiene amarillas las crines y el cuello. También los cascos, el hocico y hasta los tobillos.

Por supuesto, le preguntamos cómo se llama. Pero igual que los demás, calla.

Enseguida busca una ramita y escribe en el suelo: “Mi nombre es Marcelo. No hay otro como yo. Soy un potrillo de un color como nunca antes se vio. Soy amarillo por donde se me mire. Algo que no existe ni siquiera en el cine”.

¡Esto es realmente increíble! ¡Algo que no creíamos posible!

Y sin embargo, está claro que las sorpresas no terminaron.

Acá llega alguien de color azul que camina. Y es nada más y nada menos que una preciosa gallina.


Es la primera vez que vemos una gallina del color del mar. Sin duda, es algo que nunca podremos olvidar.

También a ella le preguntamos cómo se llama, aunque estamos seguros de que no dirá nada.

Pero vemos que saca de algún lado una libreta y un crayón de color violeta.

Ya se pone a escribir: “Obsérvenme bien, porque soy alguien que no habían visto aún. Una gallina toda de color azul. Tengo azul el pico y las plumas, la cabeza y toda mi figura. Y los huevos que pongo también son azules. Azul es la cáscara, la clara y la yema. Y si quieren saber mi nombre, les digo que me llamo Ema”.

La verdad es que nuestro asombro es colosal. Es muy grande. Es enorme. Es inmenso. Es un asombro gigante y que no tiene igual.

¿Cómo es posible que exista lo que han visto nuestros ojos? Para empezar un gato todo rojo.

En seguida, una perra completamente verde que siempre, siempre está alegre. Después, un potrillo que por donde se lo mire es amarillo.

Y por último, una gallina totalmente azul, con plumas que parecen hechas de tul.

¿De dónde habrán salido estos animales fabulosos que nunca habíamos visto, ni siquiera con un telescopio poderoso?

Les preguntaremos a ellos mismos, que ya parecen tener una actitud honesta. Tal vez quieran darnos alguna respuesta.

El gato rojo les hace gestos para que escriban todos juntos en la pizarra que trae entre las garras.

Y ahí están apareciendo las palabras, pero todavía no podemos ver lo que dicen porque ellos las tapan.

¡Ahora sí podemos leer sin dificultad y entendemos lo que dicen con absoluta claridad!

Sepan que acaban de hacer un importantísimo descubrimiento. Gatos rojos, perras verdes, potrillos amarillos y gallinas azules existen solo en los libros y en los cuentos.


FIN



Visto y leído en:
EDAIC Varela - Biblioteca infinita
http://edaicvarela.blogspot.com.ar/2013/07/biblioteca-infinita.html
http://edaicvarela.blogspot.com.ar/2014/02/adela-basch.html
http://www.pakapaka.gob.ar/videos/106868
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